2.16.2010


Piel suave


En una ciudad donde el color de la piel resalta por sobre muchas cosas,
que alivio ver,
a un grupo de estudiantes viajeros de diferentes razas que conviven
sin asombro con sus diferentes acentos,
sus diferentes colores.
Que alivio que no todos somos iguales,
que alivio que no les importe,
que sostengan la sabiduría
con la que nacemos y juntos perdemos.

Uno de ellos me mira,
lleva pendientes,
el pelo corto,
pantalones de hombre
y una sonrisa de niña.







Memoria limpia


A veces, guardo papeles que suplen mi memoria.

Un día cualquiera, recojo de mi pantalón,

un pedazo de mi memoria que fue lavada.

Es ahora una especie de piedra arenosa de colores claros,

tonos suaves,

puntos de tinta que se asoman,

y me recuerdan que antes, había letras,

frases,

tal vez un pensamiento,

tal vez algo que no hice,

algo que ahora está guardado en la nada.

Lo comprimo como siguiendo un ritual,

sabiendo que ahora es parte del más allá.

Esto que escribo, lo doblo simétricamente,

lo convierto en un papel mas pequeño, mas grueso.

lo meto en el bolsillo de mi pantalon,

mi pantalón que funciona como teletrasportador.




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