Coppola: ¡VUELVE!
Lo más preocupante de ‘Tetro’ no es ni ese terrible error de casting llamado Vincent Gallo, ni sus ínfulas arty, ni que sea uno de los pocos proyectos fallidos y preocupantes de Maribel Verdú en estos últimos años, es que, al parecer, este tipo de película es el tipo de película que el realizador de joyas como ‘Apocalpyse now’ o ‘El padrino’ siempre ha querido hacer.El realizador, empresario vinícola y padre de Sofia dijo en la presentación de Cannes de su 'Tetro' que ahora se siente libre y esto mientras sus fans más devotos luchan por controlar sus arrebatos castrantes más violentos... ¡Coppola al servicio del sistema ya! ¡Coppola director de encargo, por piedad! ¡Coppola arruinado otra vez!
La cosa va de un chaval norteamericano que llega a Buenos Aires a conocer a su hermano, Tetro, que vive con su antigua psiquiatra, Maribel, y que hace lo que puede para escribir. Ambos hermanos negocian como pueden con su pasado mientras le dan forma a través del arte. Y tal.
Desde hace unos días se venía caldeando el ambiente por Madrid con comentarios del tipo: "es nefasta", "de vergüenza ajena" o, el que más me duele, "pobre Maribel". Con este background me arrastré al pase de prensa y con sorpresa constaté que no era tan criminal como se preveía. Es, simple y llanamente, el capricho de un genio. Una obra que hay que ver con ojos complacientes, pacientes y, en partes, condescendientes.
Hay mucho de este gran realizador en su formidable don para componer planos, en su personal introspección en las redes familiares, en la voluntad de realizar una obra personal tanto en lo formal como en lo temático, una obra que, a pesar de contar entre su reparto con Carmen Maura, Maribel Verdú y Klaus Maria Brandauer, gana presencia, intensidad y sutileza con la interpretación del jóven Alden Ehrenrich…
Pero todo se queda en grandes palabras cuando el genio se dedica a imitar al Pedro Almodóvar de ‘Hable con ella’, cuando entra en pantalla ese subproducto del indie noventero yankee que se tuvo que quedar en algún tugurio post-grunge de Brooklyn para no sodomizarnos con su presencia y su música y sus películas llamado Vincent Gallo, cuando riza el rizo del guión y lo alarga hasta la extenuación en una sucesión de escenas plomizas que oscurecen su voluntad de iluminar la familia y sus redes...
'Tetro' es, en pocas palabras, una pena aunque, a pesar de ello, Coppola seguirá siendo uno de los grandes. Y Maribel, claro, también. Siempre.
Lo más preocupante de ‘Tetro’ no es ni ese terrible error de casting llamado Vincent Gallo, ni sus ínfulas arty, ni que sea uno de los pocos proyectos fallidos y preocupantes de Maribel Verdú en estos últimos años, es que, al parecer, este tipo de película es el tipo de película que el realizador de joyas como ‘Apocalpyse now’ o ‘El padrino’ siempre ha querido hacer.El realizador, empresario vinícola y padre de Sofia dijo en la presentación de Cannes de su 'Tetro' que ahora se siente libre y esto mientras sus fans más devotos luchan por controlar sus arrebatos castrantes más violentos... ¡Coppola al servicio del sistema ya! ¡Coppola director de encargo, por piedad! ¡Coppola arruinado otra vez!
La cosa va de un chaval norteamericano que llega a Buenos Aires a conocer a su hermano, Tetro, que vive con su antigua psiquiatra, Maribel, y que hace lo que puede para escribir. Ambos hermanos negocian como pueden con su pasado mientras le dan forma a través del arte. Y tal.
Desde hace unos días se venía caldeando el ambiente por Madrid con comentarios del tipo: "es nefasta", "de vergüenza ajena" o, el que más me duele, "pobre Maribel". Con este background me arrastré al pase de prensa y con sorpresa constaté que no era tan criminal como se preveía. Es, simple y llanamente, el capricho de un genio. Una obra que hay que ver con ojos complacientes, pacientes y, en partes, condescendientes.
Hay mucho de este gran realizador en su formidable don para componer planos, en su personal introspección en las redes familiares, en la voluntad de realizar una obra personal tanto en lo formal como en lo temático, una obra que, a pesar de contar entre su reparto con Carmen Maura, Maribel Verdú y Klaus Maria Brandauer, gana presencia, intensidad y sutileza con la interpretación del jóven Alden Ehrenrich…
Pero todo se queda en grandes palabras cuando el genio se dedica a imitar al Pedro Almodóvar de ‘Hable con ella’, cuando entra en pantalla ese subproducto del indie noventero yankee que se tuvo que quedar en algún tugurio post-grunge de Brooklyn para no sodomizarnos con su presencia y su música y sus películas llamado Vincent Gallo, cuando riza el rizo del guión y lo alarga hasta la extenuación en una sucesión de escenas plomizas que oscurecen su voluntad de iluminar la familia y sus redes...
'Tetro' es, en pocas palabras, una pena aunque, a pesar de ello, Coppola seguirá siendo uno de los grandes. Y Maribel, claro, también. Siempre.
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